Desde hace 16 meses he recibido incontables preguntas relacionadas con el trabajo remoto en equipos.
Déjame ya dejar claro que soy un radical a favor del trabajo remoto.
Estamos en una pandemia, con confinamiento domiciliario en algunas geografias y esta situación no va a terminar pronto.
Casi cada semana tengo conversaciones de cuando volveremos antes de marzo del 2020.
En esto a lo mejor peco de realista, pero yo creo que la situación está para quedarse. Así que a inspeccionar y adaptar a remar adelante.
Dicho esto, siempre me acuerdo de la primera organización a la que ayudé como consultor freelance.
Era un novato y me contactó un servicio de pago de subscripción de entretenimiento para adultos.
Me contactó el líder de desarrollo y me comentó que tenian una serie de problemas a muchos niveles, a nivel organización, a nivel técnico, nada fuera de lo habitual.
Total que acepté y empecemos una colaboración. Quedamos un día y a trabajar.
Llego a donde me habian citado y lo primero que me sorprendió es que no era un edificio de oficinas. Era una finca en Barcelona bastente céntrico cerquita de Paseo de Gracia y me habían citado en el ático.
Cuando entré el ático había sido convertido en oficina. Era inmenso, había como 30-35 personas trabajando ahí.
Empezamos la sesión y empecé a hacer un assessment de la situación. Lo típico, visualizar trabajo, mirar que herrmientas aterrizar, ….
En el momento que lleguemos a la gestión de los equipos, me dijeron energicamente que eran una organización que se reunían una vez presencialmente en la oficina y 4 días de trabajo en remoto.
Os hablo de 2014 y este momento pensé esta gente vive en el siglo 22. Tenian gente por toda Catalunya, gente a 250 km de la oficina por ejemplo, y luego gente por Europa y por el mundo.
Ya en ese momento pensé trabajar remoto era el presente para ellos no el futuro y eso se tenia que fomentar.
Aceptar la realidad
De esa organización aprendí que se tiene que pensar en objetivos y no en microgestión. Se tiene que manejar el sistema y no la gente.
Forzados por la situación en 2021, muchas empresas han optado por el trabajo remoto a largo plazo y los empleados de muchas industrias diferentes están aceptando que el lugar de trabajo prepandémico no volverá.
A mi personalmente me costo como 2 meses aceptar la realidad y empezar a andar en la nueva realidad.
A esto lo llamo hacer la transición a “ser remoto radical” o “remoto forzado”.
Hay personas que trabajan juntas hoy que quizás nunca hayan estado juntas físicamente en una sala, o que no lo han estado desde que comenzó la pandemia. O hasta no lo van a estar nunca, siempre serán remotas en su forma de trabajar.
En este momento, aquí en Europa, la mayoría de los empleados están en su casa. Hay muchas organizaciones decidiendo que hacer, si volver a la oficina, si seguir así. Demasiada incertidumbre para decidir hoy que hacer en 2 meses vista.
Para explorar la situación actual, debemos explorar cómo ayudar a organizar a las personas para que trabajen juntas y mejoren la motivación en la situación actual.
Des del principio, cuando comenzó la oficina en casa, los equipos estaban ocupados buscando herramientas útiles en línea para colaborar. La idea fue que este es solo el primer paso.
El segundo paso fue hacer preguntas sobre cómo organizar a las personas de una manera radicalmente remota.
Hemos encontrados 3 claves para consolidar esta radicalidad
3 claves para el trabajo remoto en equipos de manera radical
1) Diseñar un acuerdo de trabajo
No teníamos acuerdos sobre cómo hacer trabajo remoto en equipos y radical, antes de que comenzara la pandema en muchos sitios.
Es crucial diseñar nuevos acuerdos de equipo para alinearse con la nueva situación.
Por lo general, las primeras decisiones que se deben tomar son las herramientas. Qué sistema de videoconferencia vamos a utilizar. ¿Es Zoom, MS Teams u otro? ¿Vamos a utilizar una pizarra virtual como Miro o Mural?
Posteriormente, durante el año 2020, surgieron nuevas preguntas. ¿Cómo estamos organizando personas y equipos? ¿Es suficiente aplicar Kanban o estamos listos para entrar completamente en Scrum?
2) Crecer en las circunstancias actuales
Mientras que la oficina en casa se extendió de un mes a otro, los equipos adquirieron nuevas habilidades de comunicación.
Se estimularon los sentidos, que nunca antes se habían activado.
Sentir el estado de ánimo de un compañero de equipo a través de una pantalla de 13 pulgadas necesita la activación de neuronas.
Resultó que los miembros del equipo tuvieron que abrazar la paciencia entre ellos y desarrollar la capacidad de perdonar cuando surgieron todos los malentendidos.
3) Mantener el compromiso
Estar encerrado en casa llevó a la pérdida de estructura en la vida de muchos. Si surgen conflictos en el lugar de trabajo, es fácil escapar sin comprometerse.
Las personas aprendieron a sonreír amistosamente frente a la cámara mientras estaban ocupadas con otra cosa o apagando la cámara por completo.
En algunos equipos surgió el happy hour de Zoom y yo he estado en algun encuentro virtual con alguna cerveza compartida virtualmente.
A mediados de enero de 2021, sentí un salto, cuando los equipos que ayudo se dieron cuenta de que la oficina en casa es nuestra nueva normalidad y se va a quedar.
Se dieron cuenta de lo crucial que es nuestro capital social para el éxito de nuestras empresas. Los negocios y las organizaciones las hacen las personas.
Comenzamos una iniciativa para consolidar esta radicalidad remota y ayudamos a las personas a utilizar el marco para superar sus déficits de comunicación.
El Scrum diario es el lugar para detectar conflictos. Implementar una retrospectiva virtual resultó clave para superar los conflictos.
Al fin y al cabo tener conversaciones adultas para navegar esos conflictos.
Conclusión
Estamos en un largo viaje para encontrar nuestras nuevas formas de trabajar de una manera radicalmente remota.
Las herramientas por sí solas no sirven.
Tenemos que hacer crecer nuestro capital social sin olvidar que tenemos que humanizar el entorno de trabajo, aunque sea el trabajo remoto en equipos y virtual.