La realidad actual nos ha llevado a acelerar muchas decisiones relacionadas con nuestra agilidad de negocio.
A veces esas decisiones no son las más deseadas.
En estos 2 meses se han visto cosas que no lo asumíamos que eran posibles. Y aún mejor hay muchas más por llegar. La agilidad de negocio ayuda a reinventarse
Os voy a explicar la reinvención que hemos tenido para seguir dando valor. Todo empieza el 14 de Marzo de 2020. Ese día terminamos el último Professional Scrum Master presencial que hemos dado. En la típica escena donde recopilamos todo el material generado empiezo a hablar con uno de los asistentes. Los que habéis estado en una experiencia presencial, creamos del orden de 60 posters con el contenido del curso.
En ese momento, estaba solo en CDMX y no tenia plan de dónde ir a pasar la noche. Con uno de los asistentes pactamos ir a tomar una cerveza. En esa cerveza hablamos de como había ido el curso, de cómo estaba diseñado para hacer un cambio de mentalidad de gestión tradicional a ágil. Además estuvimos hablando mucho de cómo se respaldaba en la experiencia presencial.
De esa conversación se desprendió una frase que dije que no voy a olvidar. “No tengo ni idea, de cómo reproducir lo que has visto en forma virtual o remota. Tengo autorización de Scrum.org para realizar el curso pero aún no sé cómo lo voy y cómo la gente lo va a recibir”.
En esos días, CDMX no había entrado aún en cuarentena o confinamiento completo. Aún se podrían encontrar mascarillas o geles hidroalcoholicos. En cambio, cuando llamaba a Barcelona se había empezado a cerrar todo y a empezar un confinamiento completo. Inicio de una histeria colectiva.
Un confinamiento completo implica no salir de casa. Reducir la movilidad y sobretodo no ir a la oficina. Pensando que me dedico a montar formaciones, acompañar equipos que normalmente están en oficinas y hacer consultoría de agilidad de negocio siendo externo en las organizaciones estaba totalmente vendido. No podía seguir con mi actividad.
Como la gran mayoría de negocios, un confinamiento no te deja operar de manera habitual. Así que nos tuvimos que reinventar a virtual y remoto. De la noche a la mañana. Cómo la mayoría de mortales. Así que empezamos a pensar y plantearnos muchas cosas. Pensar es lo que nos hace más competitivos. Es lo que nos hace seres humanos.
El mercado en el que estábamos ha cambiado por completo. Si queríamos seguir adelante nos teníamos que transformar. Tendríamos que empezar a hacer cosas que no pensábamos a inicios de año.
Pues habiendo asumido esto, empezamos a experimentar. No teníamos nada que perder. Me empecé a involucrar de manera activa en muchos webinars y actividades online que encontraba.
Fui a meetups de todo el mundo sobre facilitación online. Atendí workshops. Me involucré en la evolución de los cursos de Scrum.org a remoto. Empecé a empaparme de lo que la propia gente comentaba. A partir de ahí empecé a construir lo que tenia que ser el presente de mi actividad.
Ese presente pasa por varios puntos y uno de los que más me preocupa es que la gente que se involucra con nosotros siga gozando del mismo valor que aportábamos con la experiencia presencial. Uno de los KPI que seguimos habitualmente es el número de personas que aprueban los assessments de nuestros cursos.
Nos preocupa fuertemente que la experiencia online aporte el mismo valor que la presencial. Ahora mismo, comparando los datos que tenemos de los 2 últimos meses con los datos que tenemos de 2 últimos meses presenciales, vemos que nuestra tasa de éxito es mejor en el online que en el presencial.
Más estudiantes superan los assessments en nuestros experiencias online. Personalmente pienso que la experiencia online es mucho más estructura y ordenada que la experiencia presencial. A parte de eso, se puede atender des de cualquier punto del mundo, des de tu propio escritorio.
El futuro ha llegado muy rápido y nuestra entrega de valor se ha adaptado a los tiempos. Los tiempos pasan por acercarte a los estudiantes y clientes. A darles contenidos de valor, a guiarlos, a ayudarlos. A estar en tu escritorio, en tu casa más cerca de ti.
Por eso hemos intensificado el sentido de comunidad. Porqué a la gente, la salva la gente. Y si no creamos comunidad, si no nos ayudamos entre nosotros, no vamos a evolucionar.
Si no construyes tu sueño, alguien más te contratará para que lo ayudes a construir el suyo. Y recuerda, la agilidad de negocio ayuda a reinventarse.